lunes, 30 de agosto de 2010

No. 27 Rodin: genio del erotismo universal. El Beso y Danaide.


Estimados amigos:

Si de genios del erotismo se trata, ¿quién si no Rodin?


Le Baiser, escultura realizada en 1886 es, sin duda, uno de los máximos símbolos del arte erótico. En aquellos tiempos Rodin preparaba el drama de Francesca y Paolo (recuerden a Dante) para su Puerta del Infierno, pero prefirió hacer de El Beso una obra independiente. ¿Y cómo no iba a ser así, si no hay un vestigio de drama en esta escultura? Por el contrario, la quietud de los amantes nos señala el éxtasis inmóvil. Pure pleasure!!!


Reciban todos un abrazo, pero antes, un delicioso encore. Se trata de Danaid.


¡Dios mío! Esto es delectación estética al 100%.

¡Fruición sin límite!














Regocíjense con Rodin y reciban un caluroso Abrazo.
Venus ReX.

lunes, 23 de agosto de 2010

No. 26 La experiencia estética como vía a lo ilimitado. Michelangelo Bounarroti.

La creación de Adán
Michelangelo Buonarroti
Frescos de la Capilla Sixtina
Ciudad del Vaticano


En 1505 el papa Julio II encargó a Miguel Ángel -en ese entonces el artista tendría unos treinta años- la decoración de la Capilla Sixtina. A pesar del distanciamiento de estos dos hombres y el viaje de Miguel Ángel a Florencia, el 10 de mayo de 1508 se firmó el contrato. Los trabajos empezaron de inmediato. Después de cuatro años de infatigable labor, Miguel Ángel finalizó los frescos más grandiosos que ningún hombre ha hecho: más de 1000 metros cuadrados, más de 300 figuras; quizá lo más parecido al acto creador del Todopoderoso.


El verbo "crear" en sentido propio sólo puede decirse de Dios. Cuando las Sagradas Escrituras lo emplean, sólo se hace referencia a Él. Dios es el único que puede crear. No obstante, como he venido diciendo en repetidas ocasiones, después de ver obras como esta creo que el arte es la máxima emulación del acto creador. Sin duda, el arte sacro es el rey de los géneros artísticos. Quienes consagran sus vidas a esta sublime labor, bien merecen ser llamados "hombres de Dios".

Cuando uno ve este fresco de la Capilla Sixtina de inmediato siente el extraño impulso de caer sobre las rodillas y exclamar:

Sanctus, Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra gloria tua.
Osanna in excelsis.

El arte es, no cabe duda, un vía para abrirnos a lo ilimitado, a lo Absoluto, a lo Infinito. Este es el meollo de la experiencia estética. Lo demás es lo de menos.

He aquí el acto que creó a Adán:


Pero este Adán y este Dios fueron creados por Miguel Ángel...

Reciban todos un caluroso abrazo.
VeNuS ReX

lunes, 16 de agosto de 2010

No. 25. Lesbianas en el arte: El sueño, de Courbet

Título: El Sueño
Autor: Gustav Courbet
Estilo: Realismo Francés
Técnica: Óleo sobre Tela
Dimensiones: 135cm x 200cm
Sede: Musee du Petit Palais, Paris


Queridos amigos:

Gustave Courbet es reconocido como el máximo exponente del realismo francés. Tan realista era que en muchas ocasiones enfrentó las protestas y las indignaciones de ciertos sectores del público.

El cuadro que hoy les presento, El Sueño (también conocido como Las Durmientes) data de los años 1840's. Es una obra que por su intensa y directa voluptuosidad pertenece a ese género de objetos que conocemos con el nombre de Erotica. De hecho el Pasha Khalil Bey, representante del gobierno turco en San Petersburgo y quien encargó la obra, era un conocido coleccionista de Erotica.


Courbet fue uno de los primeros en erradicar de su obra los hasta entonces casi obligados elementos religiosos y mitológicos. Decía que no pintaba ángeles porque nunca había visto uno, y que si lo viera seguramente lo pintaría. Tal vez no sabía que con esta actitud se estaba convirtiendo en el padre del realismo francés, lo que equivale a decir, el padre del realismo europeo.

Hoy en día se sabe que la experiencia lésbica no sólo constituye una de las mayores fantasías masculinas, sino que también es una importante fuente erótica para las mujeres. Desde luego no es de esperarse que todo mundo esté de acuerdo con esta aserción; yo sólo me limito a presentar un hecho, y en este sentido puede decirse que me estoy comportando como un realista. 


Ahora bien, la forma en que Courbet maneja este erotismo es tremenda. Hay que notar el sueño de las mujeres y su sublime abrazo. El contraste entre la rubia y la castaña incrementa de un modo muy sutil la tensión y el erotismo. A pesar de ser mujeres, a pesar de ser amor entre mujeres, uno tiene la impresión de que a estos actos no falta nada, pues la una [mujer] es complemento de la otra [mujer]. Los rostros de las mujeres, sobre todo el de la morena, no son solamente expresiones de un sueño, sino revelación del éxtasis. El cuadro nos muestra no sólo el abandono dulce de las amantes, el aftermath del amor lésbico, por decirlo de algún modo, sino también nos enseña los tórridos y violentos momentos del acto: Un collar de perlas no se rompe con caricias; las melenas de nuestras amigas se encuentran libres, una de las peinetas yace rota en el lecho. Estas mujeres debieron tener mucha sed porque la jarra se encuentra casi vacía; uno no tiene sed así nada más.






En fin, espero que disfruten esta magnífica obra. Y si por casualidad alguien le disgustó este comentario (entiendo que este tipo de representaciones artísticas podrían ofender ciertas sensibilidades), le ruego me disculpe.

Hasta la próxima.
VeNuS ReX

lunes, 9 de agosto de 2010

Undated and Untitled Poem by me. Poesía con un toque sexy y agresivo.

Este poema debe ser más o menos de 2003. Tiene un toque sexy, agresivo. Espero que lo disfruten. Derechos reservados.
Lo ilustro con dos fotografías:
La primera del norteamericano Edward Weston -soberbia e indescriptiblemente bella imagen- que bajé de un diario de Oregon, USA
http://www.oregonlive.com/movies/index.ssf/2008/06/eloquent_nude_wins_three_nw_re.html
La segunda -genial y voluptuosa- del inglés Mike Lester
http://www.mikelesterphotography.co.uk/images/boudoir/bodyscapes/IMG_1759bw.jpg


Photo by Edward Weston


Veo tus ojos
tristes, serenos...
Siento tus manos
lánguidas, lúbricas...
Beso tu boca
impúdica, morena...
Toco tus ingles
pálidas, mínimas...
Quiero tu sexo,
mujer tórrida, frenética...
Quiero tus senos,
mujer pública, pretérita...
Quiero tu alma
satánica y ajena...
Quiero tus formas
alma ínfima...
alma eterna...


Photo by Mike Lester

No. 24 El placer de observar. La Bañista de Valpinçon, de Ingres.


Título: La Bañista de Valpinçon
Autor: Jean Auguste Dominique Ingres
Dimensiones: 146 x 97.5 cm
Fecha de composición: 1808
Sede: Museo de Louvre, París
Estilo: Neoclásico


Jean Auguste Dominique Ingres, neoclásico y precursor del romanticismo, se encuentra entre los pintores más influyentes y famosos de la Francia del siglo XIX. Nació en 1780 y murió en 1867.

La Bañista de Valpinçon data de 1808, cuando el maestro apenas tenía unos veintiocho años de edad. A pesar de su juventud, Ingres muestra una verdadera maestría en lo que a luz se refiere. ¿Quién iba imaginar que este cuadro sería uno de los iconos del Louvre, y un clásico del erotismo?

Aunque de acuerdo con nuestros parámetros estéticos esta mujer tenga algunos kilitos de más, lo cierto es que nuestra bañista no deja de ofrecernos un momento voluptuoso (en el sentido de voluptas, insisto, no de bolas, por favor). Su espalda iluminada es un derroche de técnica. El turbante y las telas de las sábanas están muy bien logrados. Pero lo más sobresaliente de esta obra es la sensación de que la mujer se sabe observada, lo que contribuye a incrementar el gozo del espectador, quien en última instancia es el intruso.

Espero que disfruten esta maravilla.
VR

lunes, 2 de agosto de 2010

No. 23 El Alma de Toledo. "El Greco" en un cuadro muy próximo a nuestro siglo.


Título: Vista de Toledo
Autor: Domenicos Theotocopoulos ("El Greco")
Fecha de composición: circa 1597
Dimensiones: 121.3 x 103.8 cm
Sede: The Metropolitan Museum of Art, New York


Domenicos Theotocopoulos, mejor conocido como "El Greco", cretense de nacimiento, español por elección, fue uno de los pintores más sobresalientes del siglo XVI. Toledo fue su ciudad adoptiva, ya que Felipe II no era uno de sus admiradores. Es en esta ciudad donde El Greco residió hasta su muerte, allá en 1614, y es esa ciudad la que ahora vemos en este magnífico lienzo de 1597.

Domenicos no sólo fue el gran pintor que todos conocemos, sino también un destacado humanista. Hombre culto y estudioso, desde su llegada a Toledo formó parte del círculo intelectual, y frecuentó a artistas de la talla de Góngora, uno de los más grandes poetas de nuestra lengua.

Como pintor, El Greco centró su producción en temas religiosos. Fue uno de los grandes maestros del género. También cultivó el retrato, y el hecho de que fuera el pintor más solicitado de la ciudad nos señala que también en ese terreno su maestría no tenía parangón. Así las cosas, la Vista de Toledo constituye una rareza en su obra. En este cuadro observamos las formas fantasmales de sus santos, mártires y cristos, tan característicos e identificables; sólo que ahora se trata de una ciudad.

No es tanto el retrato de edificios, torres, muros y callejuelas, sino el retrato del Alma de Toledo, por decirlo de algún modo; ese Toledo maravilloso de la España del XVI. Uno casi puede ver los fantasmas de sus habitantes en las nubes oscuras que amenazan tormenta. Uno puede casi sentir y respirar la España a la vez oscura e iluminada de Carlos I y Felipe II. Aunque el cuadro no es religioso, más allá del cielo, invisible, el espectador puede percibir la presencia del Todopoderoso. Pero lo más asombroso de este cuadro quizá sea que, estéticamente, está más próximo al siglo XX que a la entonces cercana edad media.

Afortunado aquel que, conociendo España, conoce Toledo. Afortunado aquel que, conociendo Toledo, conoce a "El Greco".

Reciban todos un abrazo.
VeNuS ReX