lunes, 20 de agosto de 2012

Esoterismo y estupidez nazi

Cápsula Histórica
Esoterismo y estupidez nazi

Mujer rusa en las tradicionales inmersiones invernales

Sitio de Leningrado
Mucho se ha comentado sobre el efecto que tuvo el frío en los inviernos de 1812/13 y 1941/42 para arruinar las invasiones a Rusia por parte de Napoleón y de Hitler. Y es verdad: el frío fue el principal aliado ruso y un mortífero enemigo de los invasores. Pero además de esto, hay que agregar, en el caso de la invasión nazi, la extrema pobreza de juicio de Hitler. 

Hanns Hörbiger
Según la extravagante y totalmente desatinada doctrina del pseudo-científico austriaco Hanns Hörbiger, existían ciclos o eras lunares, y el universo entero podía explicarse en términos de una lucha epopéyica entre el fuego y el hielo. También habló sobre la superioridad aria y vaticinó que Hitler inauguraría la nueva era de los súper hombres. La censura nazi –Hitler, Goebbels, Himmler y los principales jefes nazis se creían estos sinsentidos– promovió en las universidades la “ciencia horbigeriana”, una ciencia aria, pura, incorrupta, superior, y la confrontó con la ciencia liberal judía, a la que consideraba decadente, corrupta, falsa y equivocada. Los “científicos” horbigerianos anunciaron, sin ningún fundamento, que el invierno de 1941/42 sería especialmente benigno, “porque la era del fuego estaba por comenzar”. Hitler, que se creía ciegamente esta epopeya de la lucha entre el hielo y el fuego, se vio a sí mismo como aquel que inauguraría el nuevo ciclo: el ejército nazi incendiaría a Rusia entera. Sin ningún fundamento Hitler creyó en el pronóstico de un suave invierno. La historia la sabemos: la invasión de Rusia fue el inicio del fin. Ahí se decidió la guerra en favor de los aliados.
 
Soldados nazis a las afueras de Kiev


 


 

Nazis en la URSS
Pauwels y Bergier refieren en “Les matins des magiciens”, libro de culto de los años 60, una extraña ceremonia realizada a principios de la primavera del 42 por miembros de la SS en la cumbre del monte Elbruz, montaña sagrada de los arios: los SS plantaron la bandera de la cruz gamada según el antiguo rito de la Orden Negra, y supuestamente ello sería el principio de la nueva era. “A partir de entonces –explican Pauwels y Bergier-, las estaciones obedecerían y el fuego vencería al hielo por muchos milenios.” 
Soldados nazis se rinden a los soviéticos

Fue la ciencia judía liberal la que finalmente se impuso y ganó la guerra. Y qué bueno que así fue. Reciban todos un saludo.
Venus Rex