jueves, 7 de junio de 2012

Venus Dormida, Delvaux

Erotismo surrealista
La Venus Dormida, de Delvaux

Título: La Venus Dormida.
Autor:  Paul Delvaux (belga, 1897-1994)
Fecha de composición: 1944.
Dimensiones: 173 x 199 cm.
Residencia: The Tate Gallery, Londres.

Queridos amigos:

Les presento una obra surrealista. En esta ocasión he seleccionado uno de los pintores belgas más conocidos del siglo XX, y uno de mis favoritos de esta fascinante corriente. Se trata de Paul Delvaux (1897-1994).



Hablar de surrealismo significa penetrar el mundo de los sueños. Las teorías de Freud al respecto, que mucho influyeron a esta corriente, resultan muy interesantes para poder apreciar mejor a estos pintores. 

Freud
En resumen, Freud sostiene que los sueños son representaciones de deseos, y que son el espejo del subconsciente. Al ser una actividad fuera del control del hombre, los sueños muestran descarnadamente el interior de la persona. Desde luego, estos sueños deben ser sometidos a un análisis para interpretarlos de la mejor manera. Así, si nosotros observamos el arte surrealista, no sólo nos maravillamos ante la maestría y fantasía de los artistas, sino también somos capaces de adentrarnos en su psique. Es como un viaje al interior del alma del pintor.


La Venus Dormida, pintada en 1944, muestra a la diosa que yace sobre un sofá (por cierto, del tipo que usan los psicoanalistas). Sin duda, los demás personajes son producto de la actividad onírica de la diosa. Interpretar este cuadro no resulta fácil. 

Aunque el mismo pintor ha dicho (a propósito de los cuadros en donde aparecen esqueletos) que el esqueleto no quiere simbolizar la muerte, sino la vida, la Venus Dormida nos hace pensar en la seducción de la muerte, o al menos en su inefabilidad, más aún si consideramos a la mujer del sombrero como símbolo de la belleza juvenil. Belleza y muerte se confrontan; están cara a cara. 


Venus misma, aunque la sabemos dormida, se asemeja más a un lánguido cadáver. Pero de algún modo la postura de sus piernas y las delicadas cadencias de su vientre y de su pecho nos remiten a una vitalidad plena, espléndidamente iluminada por la luna. 



Pero la luna es casi nueva. ¿De dónde proviene la luz? En el mundo de los sueños todo es posible. 




A mano derecha hay una mujer desnuda con el brazo levantado. ¿A quién llama? Su mirada es indescifrable. 

Al fondo hay tres mujeres de las cuales no se sabe si danzan o suplican. 

Una cuarta mujer, más atrás, está arrodillada y abraza una columna. Algunos comentaristas han sugerido algún simbolismo fálico.







Más que voluptuosidad, este cuadro nos sugiere misterio. El escenario nos recuerda a Piero della Francesca y sus ciudades ideales. 

Piero della Francesca: Ciudad Ideal

El cuadro mismo es una alucinación ideal. Es un maravilloso mundo de sueños y anhelos, deliciosamente femenino y profundo. Y a propósito de lo femenino (si podemos hablar de un “pintor de lo femenino” en el siglo XX, ése es Delvaux), qué mejor que estas elocuentes líneas de Baudelaire:
La mujer es el ser que proyecta la mayor sombra
y la mayor luz en nuestros sueños. La mujer es fatalmente sugestiva;
vive de una vida distinta de la suya;
vive espiritualmente en las imaginaciones que cultiva y fecunda.

Las mujeres cultivaron y fecundaron la imaginación de este magnífico pintor. Si yo fuera pintor, seguramente serían un pintor de lo femenino. Espero que todos  disfruten esta magnífica obra.

VenuS rEx

2 comentarios:

  1. Buen trabajo. He disfrutando descubriendo este estupendo cuadro de Delvaux. Investigando un poco he descubierto que Delvaux explicó que la obra fue pintada en Bruselas durante la ocupación alemana, mientras la ciudad estaba siendo bombardeada. El pintor quiso expresar el terror de las gentes, introduciendo la figura de Venus como elemento de contraste, de calma ajena al drama que la rodea, de ahí, el pánico o la angustia de las figuras excepto las de la diosa y la señora del sombrero.

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    1. gracias por el comentario, guardiadelpensamiento. saludos!

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