Ensueños lésbicos de una socialite
Título: Groupe de Quatre
nus
Autor: Tamara de Lempicka
(1898-1980)
Fecha de composición:
1925
Dimensiones: 130cm x 81cm
Técnica: óleo sobre tela
Residencia: colección
privada
La joven Tamara |
Tamara de Lempicka es muy
conocida por cuatro razones: por sus cuadros, por ser una socialite, por su bisexualidad, con una especial predilección por
las mujeres, y porque Madonna es una de sus más entusiastas fans. Este cuadro, Group of Four Nudes, de 1925, es muestra
de esa bisexualidad de acentos más bien lésbicos.
Las cuatro mujeres que
aparecen en el lienzo, muy en el estilo del Art
Déco, propio de la época, tienen rasgos andróginos. Las cuatro aparecen, si
no en éxtasis, sí en un embeleso o arrobamiento producto de la sensualidad, del
placer.
Polaca de origen,
francesa por convicción, su vida fue un andar por las principales ciudades de
Europa y los Estados Unidos, codeándose con la crème de la créme de la haute
société y acostándose con los hombres más deseados y las mujeres más
hermosas. Cosmopolita por naturaleza, eligió en su ancianidad la apacible
ciudad de Cuernavaca, al sur de la Ciudad de México, como su hogar. Ahí vivió
hasta que la muerte la sorprendió, en 1980, a los 82 años.
Su nombre original era
María Gorska. Fue hija de un acaudalado judío y de una polaca. Su infancia y
adolescencia transcurrió entre Rusia, Polonia y Suiza, hasta que contrajo
nupcias con un burgués polaco de nombre Tadeo Lempicka, al que dejaría tiempo
después, y que la llevó a París. Más tarde, Tamara se casaría con un Barón, y
así accedería a la nobleza.
¿A qué se debe el éxito
de Tamara de Lempicka en París? En aquella época convergían diversas corrientes
artísticas: fauvismo, cubismo, postimpresionismo, expresionismo, etcétera. La
misma Tamara nos dice que su éxito se debió a la franqueza y claridad de sus
cuadros. En efecto, no suponen ninguna abstracción ni hace falta ser un versado
en arte para comprenderlos. Alguien que no sepa de arte podría llegar a
confundir un Picasso con un Gris, o un Schiele con un Kokoschka, pero por
alguna razón, según dijo ella misma, los cuadros de Lempicka son
inconfundibles.
Con esta simplicidad de líneas, punto medio entre la geometría
y los maestros italianos anteriores al renacimiento, Tamara se estaba
convirtiendo en pionera del Art Déco, estilo que resultó ser todo un hit en la alta sociedad. Tamara, como socialite que era, supo posicionarse muy
bien en la aristocracia europea y norteamericana: no ser retratado por esta
artista significaba no ser nadie en la haute
société.
Pero volvamos al cuadro.
Esta obra está inspirada en el Baño turco,
de Ingres, es decir, está inspirada en una de las obras maestras del erotismo
universal.
La sensualidad es evidente.
Ingres: Baño Turco |
Relata la historiadora
del arte Laura Claridge, en su biografía sobre Lempicka, el origen de esta
obra. Señala que, en el París de los años 20, Tamara conoció a una modelo
lesbiana con la que intimó. La mujer invitó a Lempicka a su círculo de amigas.
Se reunían varias mujeres en el apartamento de esta modelo y, poco a poco,
formaban tríos y cuartetos que ocupaban los sillones y los rincones de la
estancia. El sexo se desencadenaba. Entonces Tamara ponía y arreglaba la
exquisita comida sobre el cuerpo desnudo de su amiga, y se disponía entonces a
comer su cena. En este cuadro podemos ver ese espíritu lésbico en frenesí.
Escena del film 9 1/2 weeks en la que los protagonistas comen sobre sus propios cuerpos |
Espero que lo disfruten. En lo personal pienso que Tamara de Lempicka se acerca más al pop art que al gran arte -muy apreciada entre el público snob, empezando por Madonna-. Pero esta es mi humilde opinión.
Madonna y su gusto por Lempicka, en el video de la canción "Vogue" |
Si alguien quiere adquirir el cuadro, esté dispuesto a desembolsar al menos unos tres
millones de dólares, porque la Galería Christie’s lo pondrá a la venta. Aquí les dejo el link, por si quieren pujar:
Una abrazo a todos.
Venus ReX
Hola Venus Rex,
ResponderEliminarQuiero felicitarte por tu excelente blog, siempre interesante.
A mi me agradan mucho los cuadros de Tamara de Lempika precisamente por su simplicidad, no hace falta saber mucho para entenderlos e identificarlos, las imágenes son directas y sexualmente desbordantes. Mi pieza favorita es sin duda el muy conocido Autorretrato en el Bugatti verde, aunque para muchos su valor artístico como tal es cuestionable, creo que simboliza el perfil de la mujer moderna e independiente.
Muchas gracias por tu comentario, estimado Fernando. Un abrazo y estamos en contacto.
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