miércoles, 3 de noviembre de 2010

No. 35 Perfección en el desnudo masculino. Héctor, de J.L. David


Estimados amigos:

Decía J.J. Rousseau, refiriéndose a la obra de nuestro ya viejo conocido Jaques Louis David (1748-1825): "tiene algo sublime que entusiasma". A decir verdad, ignoro si Rousseau tuvo la suerte de observar el Estudio de Héctor. Nosotros seremos mucho más afortunados.



A propósito del tema, recientemente he vuelto a leer la Ilíada, sólo que en esta ocasión me ha parecido que la figura de Héctor Priámida ha destacado más que la de ningún otro héroe. 

Brad Pitt, como Aquiles
El belicoso Aquiles, tormento de hombres, hijo de la diosa Tetis, siempre reputado como el personaje principal del poema, me ha parecido -no sé cómo explicarlo- hasta cierto punto desmesurado y grotesco respecto a la figura de Héctor. ¿Quién puede compararse en nobleza y gallardía con el mortal príncipe? Ni los tremendos Ayantes, ni el pendenciero Agamenón; ni siquiera el sagaz Odiseo o el terrible Eneas; ni el hermoso Patroclo ni el monstruoso Diomedes. Mucho menos el impúdico y frívolo Alejandro (Paris). 

Orlando Bloom, como Paris.
Cuando todos estos héroes buscan gloria y botín, a Héctor le preocupa el destino de los niños y las mujeres de Troya. Mientras los héroes anhelan la mujer más bella para llevarla al lecho, Héctor desea regresar a su morada para unirse con su fiel esposa y abrazar al pequeño vástago. La figura de Héctor es el paradigma de todo lo noble y valioso que hay en los guerreros. El sentimiento de tristeza ante su muerte realmente deja al lector sobrecogido. Cómo Aquiles profana el cadáver es cuestión que muy poca gente podría soportar. Y, al final del poema, las súplicas de Príamo para rescatar el cadáver, el llanto de Hécuba, los sollozos de Andrómaca y el profundo pesar de Helena conmoverían al más fuerte (los discursos finales de estas tres mujeres serían suficientes para recompensar la paciencia del lector de la Ilíada).

El Estudio de David -¡ni siquiera una obra completa y definitiva, sino un simple estudio!-, según yo creo, recobra y reivindica la figura de Héctor como la más noble y bella de la Ilíada. No hay más que verla para empezar a sentir una profunda simpatía por el héroe. Pocas veces veremos un desnudo masculino tan perfecto.

Ojalá lo disfruten.

VenuS ReX

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