viernes, 13 de abril de 2012

No. 74 Guerrero Temerario, de William Turner

Título: “El Guerrero Temerario remolcado a su último lugar de amarre para el desguace”.
Autor: William Turner (inglés; 1775-1851)
Fecha de composición: 1839.
Período del arte al que pertenece esta obra: Romanticismo
Dimensiones: 90.8 x 121.9 cm
Técnica: óleo sobre tela
Lugar de residencia: National Gallery, Londres.


Estimados amigos:

He aquí un cuadro sublime. Es una obra que dice mucho, que hay que leer entre líneas. Hay que revelar sus secretos. Una primera impresión es la de cierta vaguedad, casi fantasmal. Se trata de una escena marina en donde aparecen varios barcos. El que se ve en primer plano es uno de vapor, la chimenea lo descubre. 

Esta máquina esta remolcando un navío de mayor tamaño: se trata de “El Guerrero Temerario” (Fighting Temeraire), nave inglesa de mástiles y velas, construida en los años previos a la era industrial. Este “Guerrero Temerario” participó en la célebre batalla de Trafalgar, en 1805, en la cual los ingleses, bajo el mando del almirante Nelson, derrotaron heroicamente a las flotas combinadas de Francia y España. Una verdadera humillación que Napoleón nunca pudo olvidar. Si conocen Londres, seguramente visitaron la plaza Trafalgar; hasta la fecha este acontecimiento sigue siendo motivo de orgullo y jactancia de los ingleses.

Trafalgar Square, en Londres. Al fondo, ni más ni menos que la magnífica National Gallery

Pues bien, este barco heroico, símbolo de una época, se dirige hacia su última morada, a su último amarre para ser desguazado, lo cual significa que será destruido y se venderá como madera vieja. El navío simboliza una era que está finalizando. Nuevos tiempos se acercan: tiempos donde prevalecerá la máquina; tiempos en donde el valor del heroísmo será despojado por el valor económico y el culto a la frivolidad. Y el romanticismo es precisamente una reacción violenta a tales tiempos. Los románticos veneran la naturaleza, el heroísmo, exaltan la vitalidad del individuo, se entregan a las pasiones, aman la libertad. Detestan todo lo que la era de las máquinas representa. Por eso resultan, ante los ojos del establishment, como seres descontextualizados, fuera de lugar, inconformes, locos y muertos de hambre. 

Burj Dubai
No obstante, la burguesía y el nuevo orden estaban destinados a prevalecer; de ahí la melancolía de los románticos. Son héroes con vocación hacia el fracaso –dicho esto en el mejor de los sentidos–¨: deben nadar contracorriente sabiendo de antemano que se ahogarán. Pero en ese fracaso anunciado está la grandeza de su lucha; en ese fracaso previsto radica su nobleza.

Este cuadro simboliza la desaparición de la edad heroica. Representa como pocos el espíritu romántico. El gran buque de mástiles se dirige hacia su tumba, como el hombre se dirige al final de su existencia. La escena es fantasmal, fantástica, ensoñadora, terriblemente lírica, poética y melancólica, como Turner, como todo aquel que se diga romántico (e insisto en que no me refiero ni a Agustín Lara, ni mucho menos a Luis Miguel). El sol a la derecha, y la luna arriba, a la izquierda, añaden algo que las palabras son incapaces de describir. Harta razón tuvo Herman Melville (el autor de Moby Dick) al elogiar esta pieza. Debemos unirnos a los elogios y deleitarnos ante tanta belleza. Afortunado aquel que pueda ver este cuadro, como yo lo he visto, cara a cara, en la National Gallery de Londres.


Saludos a todos.
Venus ReX

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