Título: “El Guerrero Temerario remolcado a su
último lugar de amarre para el desguace”.
Autor: William Turner (inglés; 1775-1851)
Fecha de composición: 1839.
Período del arte al que pertenece esta obra:
Romanticismo
Dimensiones: 90.8 x 121.9 cm
Técnica: óleo sobre tela
Lugar de residencia: National Gallery,
Londres.
Estimados amigos:
He aquí un cuadro sublime. Es una obra que
dice mucho, que hay que leer entre líneas. Hay que revelar sus
secretos. Una primera impresión es la de cierta vaguedad, casi fantasmal. Se
trata de una escena marina en donde aparecen varios barcos. El que se ve en
primer plano es uno de vapor, la chimenea lo descubre.
Esta máquina esta
remolcando un navío de mayor tamaño: se trata de “El Guerrero Temerario” (Fighting Temeraire), nave
inglesa de mástiles y velas, construida en los años previos a la era
industrial. Este “Guerrero Temerario” participó en la célebre batalla de
Trafalgar, en 1805, en la cual los ingleses, bajo el mando del almirante
Nelson, derrotaron heroicamente a las flotas combinadas de Francia y España.
Una verdadera humillación que Napoleón nunca pudo olvidar. Si conocen Londres,
seguramente visitaron la plaza Trafalgar; hasta la fecha este acontecimiento
sigue siendo motivo de orgullo y jactancia de los ingleses.
Trafalgar Square, en Londres. Al fondo, ni más ni menos que la magnífica National Gallery |
Pues bien, este barco heroico, símbolo de una
época, se dirige hacia su última morada, a su último amarre para ser
desguazado, lo cual significa que será destruido y se venderá como madera
vieja. El navío simboliza una era que está finalizando. Nuevos tiempos se acercan:
tiempos donde prevalecerá la máquina; tiempos en donde el valor del heroísmo
será despojado por el valor económico y el culto a la frivolidad. Y el
romanticismo es precisamente una reacción violenta a tales tiempos. Los
románticos veneran la naturaleza, el heroísmo, exaltan la vitalidad del
individuo, se entregan a las pasiones, aman la libertad. Detestan todo lo que
la era de las máquinas representa. Por eso resultan, ante los ojos del
establishment, como seres descontextualizados, fuera de lugar, inconformes,
locos y muertos de hambre.
No obstante, la burguesía y el nuevo orden estaban
destinados a prevalecer; de ahí la melancolía de los románticos. Son héroes con
vocación hacia el fracaso –dicho esto en el mejor de los sentidos–¨:
deben nadar contracorriente sabiendo de antemano que se ahogarán. Pero en ese
fracaso anunciado está la grandeza de su lucha; en ese fracaso previsto radica
su nobleza.
Burj Dubai |
Este cuadro simboliza la desaparición de la
edad heroica. Representa como pocos el espíritu romántico. El gran buque de
mástiles se dirige hacia su tumba, como el hombre se dirige al final de su
existencia. La escena es fantasmal, fantástica, ensoñadora, terriblemente
lírica, poética y melancólica, como Turner, como todo aquel que se diga
romántico (e insisto en que no me refiero ni a Agustín Lara, ni mucho menos a Luis Miguel). El sol a la derecha, y la
luna arriba, a la izquierda, añaden algo que las palabras son incapaces de
describir. Harta razón tuvo Herman Melville (el autor de Moby Dick) al elogiar
esta pieza. Debemos unirnos a los elogios y deleitarnos ante tanta belleza. Afortunado aquel que pueda ver este cuadro, como yo lo he visto, cara a cara, en la National Gallery de Londres.
Saludos a todos.
Venus ReX
Saludos a todos.
Venus ReX
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