lunes, 10 de septiembre de 2012

Klimt: Dánae. El orgasmo como obra de arte.

Título: Dánae


Autor: Gustav Klimt


Fecha: 1907


Dimensiones: 77 x 83 cm


Residencia: colección privada



Escena del film "Clash of the Titans": Dánae amamanta a Perseo.
Muchos conocen el film “Clash of Titans”, de 1981, protagonizado por sir Lawrence Olivier. Y si no están familiarizados con esta película, tal vez sí conozcan el remake que en 2010 realizó la Warner Bros. 

Sir Lawrence Olivier como Zeus
El tema es el mito de Perseo: el rey de Argos es informado por el oráculo que el hijo de su hija le matará y entonces no tiene más remedio que encerrar a Dánae, su hija, en un calabozo o torre de bronce. La mujer es hermosa –su tío alguna vez yació con ella– y Zeus, muy sensible a la belleza, no puede resistir la tentación. Para unirse sexualmente a ella, el dios se convierte en lluvia de oro, la penetra y juntos conciben a Perseo. Al nacer, el rey, temeroso del oráculo y creyendo que el padre es su hermano y no Zeus, introduce a su hija y a su nieto en una arca y los lanza al mar. Claro, Zeus no podría dejar abandonado a su hijo y a su amante, así que pide a Poseidón, dios del mar, que los conduzca a tierra sanos y salvos. Y el mito sigue y, como es normal, el oráculo se cumple. 

Lo que me interesa destacar es el momento en que Zeus se une con Dánae: la lluvia de oro. El erotismo es muy potente y explícito. ¿Por qué se ha convertido el dios en lluvia de oro? ¿Tiene esto alguna connotación que deba leerse entre líneas?

En los albores de la civilización griega existió un ritual a través del cual había una unión simbólica entre el sol y la luna. Este ritual debió practicarse con la unión sexual de un hombre, que representaba al sol, y una mujer, que representaría a la luna. De esta unión nacía el año nuevo. Este ritual seguramente persistió y se fue incorporado en el mito de Perseo: Zeus se convierte en la lluvia de oro, es decir, el sol, y fecunda a la luna, Dánae.

El momento que pinta Gustav Klimt (fundador de la Secesión vienesa) es el más intenso. Si observan con atención, la mujer está en total éxtasis: su pezón está erecto, su rostro revela arrobamiento y los dedos están contorsionados a causa de las sensaciones, todo ello en el momento en que la lluvia de oro, torrente líquido que contiene la semilla de la vida –observen los motivos blancos–, se vierte y llena su sexo. 

Dicho en otras palabras, Klimt nos regala ese raro momento en donde los dos participantes de la relación sexual coinciden en la culminación: él eyaculando y ella experimentando un tremendo orgasmo, instante único de amor y de placer que los hace Uno y los aproxima a la divinidad. Klimt es un verdadero maestro del erotismo.

Y ya ni hablar de las posibles connotaciones urinarias –golden rain, golden shower– de las que, sin lugar a dudas, el pintor vienés tendría conocimiento. Pero esto ya es especulación.
Los invito a que disfruten esta magnífica obra de arte.

Un abrazo a todos.
Venus ReX

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