Naked Portrait 2002
Título: Naked Portrait
2002
Autor: Lucian Freud (UK,
1922-2011)
Técnica: óleo sobre tela
Residencia: colección
privada
Medidas: 152.7 x 122.2 cm
En “Naked Portrait 2002”
vemos a una mujer desnuda y embarazada. Se trata de la muy famosa top model británica Kate Moss. El pintor, ni más ni menos
que Lucian Freud, uno de los nietos del gran Sigmund Freud. Esta obra fue
subastada en Christie’s y adquirida por una cantidad superior a los 7 millones
de dólares. Si bien no es la obra mejor vendida de Freud (Benefits
supervisor sleeping superó los 33
millones de dólares), por tratarse de un retrato de Kate Moss, sí es una de las
más conocidas, al menos para el gran público.
Subasta en Christie's |
Hablar de las cantidades
millonarias que se pagan por una obra de arte no deja de ser una frivolidad. Y
si a esto añadimos el glamour del mundo de las top models, verdaderamente nos internamos en el sancta
sanctorum de lo que suelo
denominar la “Era del látex”, que no es otra cosa que lo que Lipovetsky llama
“El imperio de lo efímero”. Todo esto no deja de ser anecdótico. Lo importante
es que estamos frente a una gran obra de arte, y no importa si es Kate Moss o
una chica desconocida; lo que realmente importa es que se trata de una obra
bien lograda que ilustra el arte figurativo contemporáneo.
Kate Moss próxima a dar a luz |
Lo primero que observamos
es la disposición de la obra: está en diagonal y no ocupa toda la superficie
del lienzo. Esos bordes vacíos nos dan la impresión de que el cuadro no está
del todo terminado. La posición de Kate Moss, aún cuando tiene las piernas abiertas
y muestra su sexo, no es lúbrica, sino cómoda; un cierto confort desembarazado.
Y aquí esta última palabra resulta divertida, pues sabemos que la modelo pasó
embarazada. No es que a Freud lo tuvieran obsesionado las curvas, como a
Botero, pero tampoco era muy afecto a los cuerpos enjutos. De hecho la misma
Kate Moss dijo en alguna entrevista que le gustaría posar para Lucian Freud.
Casualmente el pintor leyó este deseo en alguna publicación, se puso en
contacto con la modelo, y, bueno, he aquí el resultado.
El mundo de Kate Moss es
el mundo de la belleza artificial, de la frivolidad, del glamour y de lo
efímero, y en realidad poco o nada tendría que ver con el arte. Y es aquí donde
el cuadro nos sorprende, porque retrata la desnudez de una forma brutal –esta
es la impronta de Freud–. Tan brutal que parece hiperrealismo, no es el sentido
de la corriente hiperrealista,
sino en el sentido que es tan real que casi se sale del cuadro. Vaya, es como
si dijera que una bala pintada en un cuadro es tan real que casi me mata; así
este cuadro impacta mis sentidos y mi percepción.
Kate Moss y Lucian Freud |
La perspectiva es el
pintor al frente, ella recostada en la cama; por esta razón las piernas se ven
más largas de lo normal en relación al tamaño de la cabeza. El vientre de la
delgadísima Kate Moss se ve abultado y pende, por la fuerza de gravedad, hacia
el lado izquierdo. Un pliegue de piel se observa debajo del seno derecho y otro
más debajo del vientre. La sensación que nos dan estos pliegues, las famosas
“lonjitas”, tan odiadas en el mundo de la moda –debo admitir que no sé por qué
asociamos lonja y gordura, si aquélla se define, según la RAE, como “cosa
larga, ancha y poco gruesa, que se corta o separa de otra”), es mucho más real
que si se hubiesen editado en photoshop. En una foto editada vemos engaño; en
esta obra de Freud vemos la realidad expuesta sin paliativo, sin adornos, tal
cual es.
Observemos el rostro de
Kate Moss: no hay una sola gota de maquillaje. La mirada se dirige al pintor, y
los ojos están ligeramente estrábicos. Pero lo mejor del cuadro es, a mi
juicio, el sexo. Si observamos con atención veremos cómo de un modo implícito
en la composición, Freud nos enseña los genitales de Kate Moss: podemos evocar
los labios mayores y claramente podemos ver el clítoris.
Esta pintura es viva. Al
admirarla, casi podemos sentir a Kate Moss; podemos percibir los aromas de su
cuerpo, un poco de su sudor, y, desde luego, podemos sentir en la nariz los
excitantes olores del sexo femenino. Este retrato de Kate Moss es mucho más rico
y fiel a la realidad que muchas de las fotos que han aparecido en las portadas
de revistas. Y esta es la magia del arte; la magia de la pintura.
Postores pujando |
Yo prefiero a esta Kate
Moss de carne y hueso, de olores, aromas y texturas, de sexo revelado, de cruda
realidad, con su clítoris rojo y su vello púbico sin afeitar, a cualquier otra
imagen de ella. A fin de cuentas, en doscientos o trescientos años este cuadro
será un clásico del siglo XXI. Las portadas de las revistas de moda, quizá
nadie las recordará; muy probablemente esas revistas ni siquiera existirán y
Calvin Klein no significará nada. Kate Moss se convertirá en un icono del arte,
no por su labor como modelo, sino gracias a que Lucian Freud la inmortalizó en
este impresionante cuadro.
Reciban todos un abrazo
desde México.
Venus ReX.
Kate Moss y Lucian Freud en Londres |
Lucian Freud en su estudio |
El abuelo Sigmund |
Kate Moss posando |
quedó bárbaro!
ResponderEliminarSi es una obra esplendida, un clasico
ResponderEliminarhttp://jorgamarinartista.blogspot.com
Creo que esta obra saca la personalidad real de Kate
ResponderEliminarKate se pinta aquí :
ResponderEliminarhttp://www.reproduction-tableau-art.com/kate_moss.html
Dom De Rocheville: J'aime votre peinture!
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