Historia. Los soldados de Salamina.
Cápsula Histórica
Stalin, von Ribbentrop y Molotov firman pacto de no agresión |
Los historiadores más
rigurosos encuentran inútil la especulación. Preguntas como qué hubiera pasado
si Napoleón hubiese aplazado su ataque a Rusia, o qué habría sucedido si las
izquierdas españolas hubiesen estado unidas y organizadas ante la insurrección
de Franco, o qué sería del mundo si Alejandro Magno hubiese vivido treinta años
más, son cuestiones que hallan poco serias. Pero como nosotros no somos
historiadores rigurosos, sino tan solo apasionados de la Historia, sí nos
podemos preguntar eso y muchas otras cosas más, como esta: qué habría pasado si
los persas hubieran vencido a los griegos en Salamina, allá en el lejano año
480 aC. Es más, podríamos preguntarnos cómo un hecho tan lejano en el tiempo es
capaz de afectarnos ahora. La respuesta es simple: si los griegos hubiesen sido
derrotados por los persas en Salamina, el mundo, tal como lo conocemos, sería
muy diferente. Y por eso la batalla de Salamina es una de las más importantes
en la historia de la humanidad. ¿Qué pasó?
Cartel del film "300" |
Como ustedes saben, los
persas –llamados “medos” por los griegos, de ahí el término “guerras médicas”-
habían intentado, sin éxito, conquistar el Peloponeso. El rey Jerjes I, deseoso
de venganza por el descalabro que sufriera su padre, Darío, diez años antes en
Maratón, quería conquistar a los griegos, castigarles y apoderarse de sus
tierras. El primer obstáculo que enfrentó, del cual hablaré en otro post, fue
el contingente de 300 espartanos al mando de Leónidas, en el paso de las
Termópilas. (Es impresionante cómo la película “300”, de la cual todo mundo
diría que es hiperbólica, es sorprendentemente fiel a Herodoto). Superado el
punto, Jerjes creyó que sería hasta cierto punto fácil someter a los griegos.
Isla Salamina |
Hoplita |
El liderazgo lo tenían
espartanos y atenienses. No encontraban la estrategia adecuada. Pelear en el
istmo, decían los espartanos, excelentes soldados de tierra, pero muy malos
navegantes. Batalla naval, decían los atenienses. Temístocles explicaba que
sólo atacando a los persas por el mar sería posible detenerlos. Mientras los
persas tuvieran intacta su flota, podrían rodear la Hélade, desembarcar en
cualquier punto y, peor aún, abastecerse sin interrupción. Dejarlos entrar en
suelo griego era un suicidio.
Afortunadamente para el
mundo que vivimos (por lo menos en occidente), los griegos optaron por seguir
la estrategia de Temístocles, a pesar de que las fuerzas estaban totalmente
desequilibradas: 700 naves persas contra 300 naves griegas. La arrogancia de
Jerjes le impidió comprender que tampoco ellos, los persas, eran buenos
navegantes.
Y he aquí que un día del
verano de 480 aC se enfrentaron las flotas. Un poco como la estrategia que
tomarían los romanos un par de siglos después contra los cartagineses en las
guerras púnicas: si los atenienses eran buenos navegantes y los espartanos
excelentes soldados, las 300 naves griegas serían una extensión de la tierra y
llevarían miles de soldados organizados en falanges. Si bien las falanges no
serían tan funcionales en una nave, el pesado equipamiento de los hoplitas
griegos resultó fundamental. Habría que hacer el abordaje, sorprendiendo así a
los persas. Los 10,000 inmortales persas que salen en la película “300”, de los
cuales Herodoto da cuenta, y que supuestamente acabarían con los griegos,
serían inútiles. (En otro post explicaré por qué se los llamaba “inmortales”).
"Inmortales Persas", según el film "300" |
Xerxes, según el film "300" |
Temístocles sabía que
podía contrarrestar la superioridad numérica de los persas si lograba llevarlos
al estrecho que hay entre la isla de Salamina y la tierra firme: unos 400
metros en su parte más ancha. Las 700 naves persas quedarían encajonadas,
atrapadas, y no podrían huir, pues se estorbarían unas a otras. Con una genial
maniobra de atracción, Temístocles logró su cometido. Y entonces los griegos
atacaron a las naves de la vanguardia y se apoderaron de ellas. Empezó la
carnicería. Las naves persas se descontrolaron, los capitanes estaban totalmente
confundidos y, pronto, la flota entera cayó en pánico. Los hoplitas hacían el
abordaje y fácilmente sometían al enemigo. A lo lejos, desde un montículo,
Jerjes observaba estupefacto la batalla; tan estupefacto y horrorizado como
cuatro siglos después Cleopatra, al observar cómo su flota era vencida por
Agripa. Historia magister vitæ est.
Liz Taylor y Richard Burton en el film "Cleopatra" |
Habría más intentos
persas por conquistar la Hélade; los griegos siempre triunfaron y demostraron
que la fuerza no está en la superioridad numérica, sino en la organización.
Ya he hablado sobre los
elementos que conforman la llamada cultura occidental. Uno de ellos es la
mentalidad filosófico-científica de los griegos. De haber sido derrotados, y si
Persia se hubiera adueñado permanentemente de Grecia, el mundo sería definitivamente
otro, y muy probablemente ni siquiera estaría escribiendo en español. No
existiría la llamada cultura occidental.
Un abrazo a todos.
Venus ReX.
(En la imagen de arriba, Adriana
Gil y Diego Luna, en el filme “Soldados de Salamina”, basado en la novela de
Javier Cercas. No he visto la película, pero sé que se trata de una historia
durante la Guerra Civil Española, de modo que el título por fuerza debe ser
metafórico.)