Historia de la Amante
Magela Gracia
Editorial Planeta, 386 pp.
Calificación:
No pierdas tu tiempo
Solo para fans del autor o interesados en el tema
Vale la pena leerlo
Muy recomendable
Absolutamente imprescindible
Hace algunos
meses encontré una recomendación en internet: Historia de la Amante, de la española Magela Gracia. Decidí comprar
la versión digital, que en ese momento estaba de oferta en Amazon. De inmediato
envié un twitt a la autora: «me dispongo con mucho placer y entusiasmo a leer
tu novela. Amo el género erótico. Saludos desde México.» Megela contestó:
«Espero calentar tus noches… con la lectura.» Ciertamente lo hizo. He aquí mi
reseña y comentarios.
La situación
dramática de partida es esta: una mujer lleva un año de relación con un hombre;
de repente él le confiesa que ella es la amante. Una especie de giro
copernicano: lo habitual es que se confiese: tengo una amante; y no: tú eres la
amante: «Mi novio tenía una amante…Y era yo», señala Olivia, protagonista de
esta novela erótica.
Todos los
personajes tienen un nombre que empieza con o: Olivia, que es la protagonista
principal y la narradora; Octavio, un atractivo hombre de mediana edad, tan
guapo como mentiroso y desvergonzado; Oziel, joven abogado, que se convertirá
en el rival de Octavio; y las tres inseparables amigas de Olivia: Olaya, Olga y
Oriola.
Una vez que
Olivia sabe la verdad, entra en una especie de depresión. Casi no quiere salir
y no se arregla. Una noche, sus amigas la invitan a cenar. Olivia se viste lo
más arrebatadoramente sexy que puede:
«Necesitaba sentirme atractiva y que me miraran con deseo.»
Olivia explica la situación: aquel hombre tiene una pareja. ¡Cómo no se dio cuenta antes, si había señales que lo delataban! Cuando una persona
está enamorada, sólo ve lo que quiere ver, sólo cree lo que quiere creer.
Cuando esa persona se da cuenta de la mentira, la asaltan las dudas, se
desencadenan las Erinias: ah, si se iba temprano es que iba a recogerla… pero
claro, si dormían juntos… pues cómo no, si iban de viaje… y mil cosas
más. ¿Es tan difícil aceptarse como amante?
Una noche, las
amigas de Olivia la llevan a un bar con la intención de que ligue, pero Olivia
no puede. No deja de pensar cosas: que si ha sido una estúpida, que si su vida
fue clandestina, que si se conformaba con migajas, que si era ella la amante.
Un hombre la aborda, pero no puede dejar de sentirse mal, y no obstante, se da
cuenta de que su interlocutor es muy atractivo. Es Oziel.
Con Oziel surge
una magia instantánea. Olivia siente esta atracción en todo el cuerpo; una
atracción que la hace temblar; una atracción que no cesará en toda la novela.
Las páginas
transcurren entre los intentos de Olivia por olvidarse de Octavio, en las
mentiras de él para reconquistarla… y en Olivia siempre creyendo de nuevo. Es
un círculo vicioso. Cada nueva mentira es descubierta, pero Olivia cae una y
otra vez.
Oriola está
completamente empeñada en hacer que Olivia se olvide de Octavio, y para ello se
valdrá de Oziel. ¿Lo conseguirá? Olivia y Octavio han quedado de verse en un
restaurante; él tiene muchas cosas qué explicar. Oriola cree que puede
estropear el plan, de modo que la tarde previa cita a Olivia para comer, pero
en realidad es una trampa: llegará Oziel y se quedará toda la tarde con Olivia.
«No digo que acostarte con Octavio esta noche sea mala idea –expresa Oriola–. Lo que te digo es que no es bueno que vayas con deseo a tu cita. Si surge, genial, pero creo que hay cosas más importantes que tratar y debes tener la mente despejada.»
Pragmatismo
puro. Es verdad que el sexo distrae. Oriola espera que su amiga y Oziel tengan
sexo, de modo que Olivia llegue en la noche con Octavio, pero ya con el deseo
satisfecho, lo que le despejará la mente y la colocará en aptitud de meditar
objetivamente las cosas. Y tiene razón:
«Te mereces ir
a esa cena con un orgasmo pintado en la cara, y que Octavio se dé cuenta de que
te acabas de follar a otro.»
La novela se
lee con gran placer. Desde que uno la toma, la lectura fluye y uno no quiere
cerrar el libro. Las escenas de sexo, como dice la autora, calientan las noches
de cualquier lector: sensacionales.
No puedo decir
más, porque no quiero arruinar la lectura revelando el final. ¿Qué pasará
con Octavio? ¿Qué pasará con Oziel? ¿Qué pasará con Oriola y las demás amigas?
¿Es tan difícil aceptarse como amante?
Los invito a
leer esta novela y conocer a la autora, una persona muy amable y accesible, a
pesar del gran éxito que ha vivido con la serie de novelas eróticas que ha
escrito; ah, porque este libro es el primero de una larga serie. Lo que sí les
puedo decir es que se van a enamorar de Olivia, de Oziel... y de Magela.
Magela Gracia
explica al final del libro que se especializó en literatura erótica desde
2005, y que escribe este género de novelas para ella y para sus amantes. Su
credo estético quizá sea, como ella indica, el apasionante poder de transmitir la
intimidad con las palabras. Magela se describe como descarada, activa,
perversa, jovial: morbosa de nacimiento. Yo puedo decirles que soy
absolutamente fan de ella.
Magela Gracia |