Las edades de Lulú
Autora: Almeduena Grandes
Editorial: Tusquets
Mi calificación: 4 de 5
Las edades de Lulú es una de las novelas más importantes de la literatura española del siglo XX. Fue la primera novela publicada por Almudena Grandes y le valió el premio La Sonrisa Vertical y una fama instantánea. La novela apareció en librerías en 1989 y de inmediato fue llevada a la pantalla por Bigas Luna. Almudena Grandes es el caso de la escritora que con una primera novela alcanza reconocimiento universal.
Las edades de Lulú narra la historia de una chica, su despertar sexual y sus andanzas eróticas.
Lulú tiene un hermano que se llama Marcelo, y éste tiene un mejor amigo que se llama Pablo. Pablo y Marcelo son unos diez años mayores que Lulú. Desde que era niña, Lulú ha estado siempre enamorada de Pablo.
Pablo iniciará en el sexo a la adolescente Lulú, y a lo largo de los siguientes quince años explorarán juntos el erotismo, se casarán, tendrán una hija (Inés) y vivirán una vida llena se sensualidad y experimentación que los llevará al borde de la auto destrucción.
Pablo es tan adicto a los placeres sensuales que es capaz de inducir a Lulú al incesto. La convence de hacer un trío, ella vendada de los ojos: la tercera persona es el propio hermano de Lulú (Marcelo). Al darse cuenta de lo ocurrido, Lulú se horroriza y rompe con Pablo.
Ya sola, Lulú no logrará liberarse del impulso sexual y explorará el submundo de Madrid en busca de placeres tan prohibidos y peligrosos que su vida se verá en riesgo. No obstante, el amor de ella y Pablo es indestructible. El amor todo lo perdona, todo lo puede y todo lo redime.
Una generación de españoles que ahora tienen mi edad, creció leyendo Las edades de Lulú. Una novela que, sin duda, marcó toda una época. Yo llegué a ella por la película de Bigas Luna, porque a principios de los 1990 yo era fanático del cine español (Almodóvar, Álex de la Iglesia, Carlos Saura, Julio Medem, el propio Bigas Luna, etc). No hay que perderse el film. En él un muy joven Javier Bardem hace una de sus primeras apariciones en la pantalla grande.
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domingo, 24 de marzo de 2019
lunes, 24 de julio de 2017
Poética del Sexo: el Cantar de los Cantares de la literatura lésbica. Un relato de Jeanette Winterson
Poética del
Sexo (Poetics of Sex)
Un relato de Jeanette Winterson
Ebook editado por Random House
Calificación:
No pierdas tu tiempo
Solo para fans del autor o interesados en el tema
Vale la pena leerlo
Muy recomendable
Absolutamente imprescindible
Poética del
Sexo es un relato bellísimo que nadie debería perderse. Aparece en el volumen
de relatos cortos «The World and other places», publicado en 1998. Como escribe
Diana L. Swanson, profesora en los departamentos de Woman’s Studies y
Literatura de la Nothern Illinois University:
«Combina Monique Witting, Emily Dickinson, Gertrude Stein, Marilyn Hacker y el Cantar de los Cantares del rey Salomón, y tendrás una idea de la pasión, la exuberancia del lenguaje, la inventiva literaria y la intensidad metafórica de este texo…»
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Kiss, fotografía de Tanya Chalkin |
Debo confesar
que cuando lo leí quedé totalmente sacudido. No sabía ya para dónde voltear. La
belleza del lenguaje me arrobó, me sumergió en el delicioso placer de las
palabras y me llevó hasta la bóveda celeste para que, literalmente, me quedara
viendo las estrellas.
Poética del
Sexo es un relato breve. Se lee en menos de media hora. Pocos textos tan
efectivos para mostrarnos la maravillosa sexualidad de las mujeres que se
sienten atraídas por mujeres. Después de leer Poética del Sexo creo que el
mundo de ellas es mucho más hermoso, sutil y precioso que el nuestro.
Poética del
Sexo es un monólogo en donde la autora británica se desdobla e inicia una
charla a modo de entrevista en la que da respuesta a varias preguntas:
¿Por qué te
acuestas con chicas?
¿Cuál de
vosotras es el hombre?
¿Qué hacen
las lesbianas en la cama?
¿Naciste
lesbiana?
De nuevo: ¿Naciste
lesbiana?
¿Por qué
odiáis a los hombres?
¿No tenéis la
sensación de que os falta algo?
De nuevo:
¿Por qué te acuestas con chicas?
No la
respuesta que en un nivel primario muchos esperarían. No. Las respuestas son
poéticas y están llenas de pasión, de metáfora y de belleza. Aquí es donde me
queda clara la relación que hace la profesora Swanson con el Cantar de los
Cantares. En un nivel ordinario, un lector descuidado podría incluso pensar que
las respuestas no tienen nada que ver con las preguntas. Las respuestas están
en las palabras, pero también detrás de ellas, entrelíneas, en la alegoría, en
las inflexiones, en la casi insoportable belleza del discurso. Demasiada
belleza hace daño a espíritus vulgares.
Jeanette
Winterson nos comparte estas respuestas mientras nos narra la relación que
tiene con Picasso, el nombre en clave de su amante mujer.
Para muestra
un botón:
«Lo que contiene el pequeño espacio entre mis piernas no es ni tu artística lengua ni ninguna otra de las piezas que tocas a voluntad, sino el universo que bajo las sábanas creamos juntas.»
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Quien tenga prejuicios en contra de las lesbianas, estoy seguro que después de leer este relato se sentirá estúpido: estúpido por su necedad y porque no va a entender nada. Quien tiene prejuicios en contra de estas mujeres demuestra que muy difícilmente podría entender la belleza en general y la belleza de este texto en particular.
Veamos este
otro pasaje, que podría hasta resultar blasfemo para la susceptibilidad
conservadora y religiosa, pero que es inquietantemente cierto y hermoso porque
revela ese universo; un universo que, dada mi condición de hombre, jamás podré
entender a cabalidad –y eso, créanme, para mí es motivo de congoja–:
«Al hacer el amor creamos un diccionario de palabras prohibidas. Somos palabras, frases, historias, libros. Tú eres mi Nuevo Testamento. Somos el Evangelio la una para la otra, yo soy tu anunciación, tu revelación. Tú eres mi san Marcos, con el león alado a tus pies. Serás mía, también el león, me encabritaré debajo de ti hasta que aprendas a montarme. No me claves demasiado esas espuelas. Este amor lexicográfico no resulta demasiado sencillo. Cuando te hayas metido en mis profundidades, yo terminaré a mi vez, y tú serás para mí marido y mujer, y yo seré lo mismo para ti.»
Y más
adelante:
«Mis sentimientos por ti son bíblicos. Es decir, intensos, temerarios, arrogantes, desenfrenados y totalmente indiferentes al devenir del mundo. Luzco mis heridas sangrantes, loca de pura certeza. El Reino de los Cielos está dentro de ti, Picasso. Bendita seas.»
¡Dios, mío!
Después de estas páginas, uno no puede ser el mismo –o la misma–. Me pregunto
si muchos de los que santifican su amor y lo elevan a una dimensión
sacramental, en realidad se aman con la fuerza y la plenitud que nos expresa
este relato. No sé.
En fin, no
pueden perderse Poética del Sexo. Desde hoy soy fan absoluto de Jeanette
Winterson.
Venus Rey Jr (Venus Rex)
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Jeanette Winterson |
Etiquetas:
Atracción Sexual,
Biblia,
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Prejuicio,
Sexo
jueves, 20 de julio de 2017
Erotismo lésbico o alegoría del embarazo: Gabrielle d'Estrees
Gabrielle
d’Estrees y su hermana, la duquesa de Villars
¿Erotismo lésbico o alegoría del embarazo?
Título:
Gabrielle d’Estress et une de ses soeurs.
Año de
composición: 1594.
Autor: anónimo
(Escuela de Fontainebleau).
Dimensiones:
96 x 125 cm.
Técnica: óleo
sobre tela.
Residencia:
Museo de Louvre, París.
Gabrielle
d’Estrees era la amante de Enrique IV, rey de Francia. En el cuadro, ella
aparece a la derecha sosteniendo un anillo, y su hermana, la duquesa de
Villars, a la izquierda tocándole el pezón. Atrás, una mujer cose. Al fondo,
arriba de la chimenea, hay un cuadro: es un desnudo con las piernas
entreabiertas: un hombre que al parecer se está tocando los genitales.
A primera
vista, el cuadro resulta deliciosamente erótico: dos mujeres jóvenes, desnudas
y bellas, se tocan. No es exagerada la anécdota que cuentan algunos visitantes
del Louvre en el sentido de que, cuando están frente a este cuadro, el deseo
erótico los posee. A principios de los 1700’s, Pierre de Bourdeille refiere que
una mujer perdió el control cuando vio esta pintura y urgió al hombre que la
acompañaba a tener sexo inmediatamente.
Así vista, la
pintura parece estar orientada hacia la homosexualidad femenina. No sabemos
quién realizó este cuadro, sólo que fue un francés y que la pintura se ajusta a
los cánones de la llamada Escuela de
Fontainebleau. Podemos suponer que el pintor era zurdo, y que esta obra de
algún modo es un homenaje a los zurdos: la duquesa toca el pezón de su hermana
con la mano izquierda; Gabrielle sostiene el anillo con la mano izquierda; la
mujer que cose lo hace con la mano izquierda.

La
interpretación académica del propio Museo del Louvre es esta: el cuadro
representa la gravidez de Gabrielle d’Estrees. El hecho de que su hermana le
pellizque el pezón es signo de ello. Además, la mujer al fondo cose una ropa
para el futuro bebé. El anillo que Gabrielle sostiene es la prenda de amor que
le dio su amante el rey.
El cuadro fue
adquirido por el Louvre en una fecha tan tardía como 1937, poco antes de
estallar la segunda guerra mundial. Pasó por varias manos y, créanlo o no,
estuvo colgado en una pared del cuartel principal de la policía, en París,
durante muchos años y, como resultaba un poco obsceno a ciertas susceptibilidades,
fue tapado con una tela para que nadie lo viera; así estuvo años.
Espero que
disfruten esta deliciosa obra. Quizá la interpretación académica sea la
correcta, pero yo me quedo con las connotaciones eróticas y con el hecho de que
este cuadro se ha erigido en icono de la cultura lésbica. Viva la diversidad.
Venus Rex
Etiquetas:
Arte,
Barroco,
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Renacimiento,
Sexo,
Zurdo
martes, 4 de abril de 2017
Magela Gracia: Historia de la Amante
Historia de la Amante
Magela Gracia
Editorial Planeta, 386 pp.
Calificación:
No pierdas tu tiempo
Solo para fans del autor o interesados en el tema
Vale la pena leerlo
Muy recomendable
Absolutamente imprescindible
Hace algunos
meses encontré una recomendación en internet: Historia de la Amante, de la española Magela Gracia. Decidí comprar
la versión digital, que en ese momento estaba de oferta en Amazon. De inmediato
envié un twitt a la autora: «me dispongo con mucho placer y entusiasmo a leer
tu novela. Amo el género erótico. Saludos desde México.» Megela contestó:
«Espero calentar tus noches… con la lectura.» Ciertamente lo hizo. He aquí mi
reseña y comentarios.
La situación
dramática de partida es esta: una mujer lleva un año de relación con un hombre;
de repente él le confiesa que ella es la amante. Una especie de giro
copernicano: lo habitual es que se confiese: tengo una amante; y no: tú eres la
amante: «Mi novio tenía una amante…Y era yo», señala Olivia, protagonista de
esta novela erótica.
Todos los
personajes tienen un nombre que empieza con o: Olivia, que es la protagonista
principal y la narradora; Octavio, un atractivo hombre de mediana edad, tan
guapo como mentiroso y desvergonzado; Oziel, joven abogado, que se convertirá
en el rival de Octavio; y las tres inseparables amigas de Olivia: Olaya, Olga y
Oriola.
Una vez que
Olivia sabe la verdad, entra en una especie de depresión. Casi no quiere salir
y no se arregla. Una noche, sus amigas la invitan a cenar. Olivia se viste lo
más arrebatadoramente sexy que puede:
«Necesitaba sentirme atractiva y que me miraran con deseo.»
Olivia explica la situación: aquel hombre tiene una pareja. ¡Cómo no se dio cuenta antes, si había señales que lo delataban! Cuando una persona
está enamorada, sólo ve lo que quiere ver, sólo cree lo que quiere creer.
Cuando esa persona se da cuenta de la mentira, la asaltan las dudas, se
desencadenan las Erinias: ah, si se iba temprano es que iba a recogerla… pero
claro, si dormían juntos… pues cómo no, si iban de viaje… y mil cosas
más. ¿Es tan difícil aceptarse como amante?
Una noche, las
amigas de Olivia la llevan a un bar con la intención de que ligue, pero Olivia
no puede. No deja de pensar cosas: que si ha sido una estúpida, que si su vida
fue clandestina, que si se conformaba con migajas, que si era ella la amante.
Un hombre la aborda, pero no puede dejar de sentirse mal, y no obstante, se da
cuenta de que su interlocutor es muy atractivo. Es Oziel.
Con Oziel surge
una magia instantánea. Olivia siente esta atracción en todo el cuerpo; una
atracción que la hace temblar; una atracción que no cesará en toda la novela.
Las páginas
transcurren entre los intentos de Olivia por olvidarse de Octavio, en las
mentiras de él para reconquistarla… y en Olivia siempre creyendo de nuevo. Es
un círculo vicioso. Cada nueva mentira es descubierta, pero Olivia cae una y
otra vez.
Oriola está
completamente empeñada en hacer que Olivia se olvide de Octavio, y para ello se
valdrá de Oziel. ¿Lo conseguirá? Olivia y Octavio han quedado de verse en un
restaurante; él tiene muchas cosas qué explicar. Oriola cree que puede
estropear el plan, de modo que la tarde previa cita a Olivia para comer, pero
en realidad es una trampa: llegará Oziel y se quedará toda la tarde con Olivia.
«No digo que acostarte con Octavio esta noche sea mala idea –expresa Oriola–. Lo que te digo es que no es bueno que vayas con deseo a tu cita. Si surge, genial, pero creo que hay cosas más importantes que tratar y debes tener la mente despejada.»
Pragmatismo
puro. Es verdad que el sexo distrae. Oriola espera que su amiga y Oziel tengan
sexo, de modo que Olivia llegue en la noche con Octavio, pero ya con el deseo
satisfecho, lo que le despejará la mente y la colocará en aptitud de meditar
objetivamente las cosas. Y tiene razón:
«Te mereces ir
a esa cena con un orgasmo pintado en la cara, y que Octavio se dé cuenta de que
te acabas de follar a otro.»
La novela se
lee con gran placer. Desde que uno la toma, la lectura fluye y uno no quiere
cerrar el libro. Las escenas de sexo, como dice la autora, calientan las noches
de cualquier lector: sensacionales.
No puedo decir
más, porque no quiero arruinar la lectura revelando el final. ¿Qué pasará
con Octavio? ¿Qué pasará con Oziel? ¿Qué pasará con Oriola y las demás amigas?
¿Es tan difícil aceptarse como amante?
Los invito a
leer esta novela y conocer a la autora, una persona muy amable y accesible, a
pesar del gran éxito que ha vivido con la serie de novelas eróticas que ha
escrito; ah, porque este libro es el primero de una larga serie. Lo que sí les
puedo decir es que se van a enamorar de Olivia, de Oziel... y de Magela.
Magela Gracia
explica al final del libro que se especializó en literatura erótica desde
2005, y que escribe este género de novelas para ella y para sus amantes. Su
credo estético quizá sea, como ella indica, el apasionante poder de transmitir la
intimidad con las palabras. Magela se describe como descarada, activa,
perversa, jovial: morbosa de nacimiento. Yo puedo decirles que soy
absolutamente fan de ella.
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Magela Gracia |
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