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Mostrando entradas con la etiqueta Segunda Guerra Mundial. Mostrar todas las entradas
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lunes, 18 de julio de 2016

La Guerra Civil Española: laboratorio de la Segunda Guerra Mundial

El Guernica, de Picasso, en el Museo Reina Sofía. 

La Guerra Civil Española es el episodio más trágico que ha vivido ese reino en toda su historia. Los bandos combatientes sacaron lo peor de sí. Fue una guerra fratricida que se inició con las insurrección de ciertos militares contra el gobierno de la república, en julio de 1936.

Franco y Mussolini en Italia, poco después de vencer a los republicanos.

La Guerra Civil en España fue un laboratorio de guerra, un ensayo de lo que sería unos años después la Segunda Guerra Mundial.

Según el prestigiado historiador español Julián Casanova (profesor de diversas universidades en España, Inglaterra y Estados Unidos), en la Guerra Civil Española combatieron apoyando a Franco: 78 mil italianos, 19 mil alemanes, 10 mil portugueses y 70 mil marroquíes. Y apoyando al bando Republicano combatieron al menos 35 mil voluntarios de las Brigadas Comunistas Internacionales, y no menos de 2 mil soviéticos.



Franco se reune con Hitler en Hendaya.

Y para muestra el bombardeo nazi sobre Guernica y el bombardeo italiano sobre Barcelona. Hitler y Mussolini fueron los grandes aliados de Franco.

La aviación italiana bombardea Barcelona, bastión republicano. Marzo de 1937.

Guernica destruida por la aviación alemana. Abril de 1937

Por cierto, hay una anécdota según la cual, una vez que París fue tomada por los nazis, la GESTAPO cateó el apartamento de Picasso. El oficial alemán, al ver una foto del Guernica, dijo a Picasso: "usted hizo esto"; y Picasso contestó: "no; han sido ustedes".

Venus Rex

Picasso trabajando el Guernica.

martes, 17 de mayo de 2016

HHhH: Hitler, Himmler, Heydrich y el Holocausto. Una novela de Laurent Binet.

HHhH
Laurent Binet
Seix Barral, 400 pp.
Calificación: 


 No pierdas tu tiempo
 Solo para fans del autor o interesados en el tema
 Vale la pena leerlo
 Muy recomendable
 Absolutamente imprescindible


Acabo de leer una magnífica novela: HHhH, del escritor francés Laurent Binet.

La novela trata sobre el exitoso atentado contra el criminal nazi Reinhard Heydrich. La Operación Antropoide fue planeada en Londres y ejecutada el día 27 de mayo de 1942 en Praga. Heydrich, uno de los más sanguinarios y encumbrados nazis (sólo rendía cuentas a Himmler y al mismísimo Hitler), sembró el terror en la ocupada Checoslovaquia. Fue uno de los artífices, en Wannsee, de la Solución Final. Su cargo oficial al momento del atentado era Reichsprotektor de Bohemia y Moravia.


Reinhard Heydrich
Reinhard Heydrich

Heydrich es conocido como el Carnicero de Praga por la terrible violencia que ejerció contra los checos. Se puede decir que Hitler no admiraba a nadie más que a sí mismo… y a Heydrich, a quien solemnemente se refería como el de “corazón de hierro”.

Los británicos, en coordinación con la resistencia checa, planearon el atentado. Una vez muerto Heydrich, la reacción de Hitler fue brutal: miles y miles de detenidos y fusilados. El pueblo de Lidice fue exterminado: todos sus habitantes (niños, mujeres, ancianos), todos, fueron asesinados en represalia, pues las investigaciones de los SS suponían que uno de los guerrilleros provenía de dicha localidad.

La inteligencia nazi fue incapaz de dar con los partisanos. Desgraciadamente nunca falta el traidor. Un checo miembro de la resistencia denunció a sus compañeros a cambio de una gran suma de dinero. Los integrantes de Operación Antropoide fueron localizados en una iglesia a las afueras de Praga. 700 soldados alemanes (SS, SA, Gestapo, etc) rodearon el inmueble. Siete partisanos checos acabaron con la vida de cientos de alemanes en un acto heroico sólo comparable al episodio de las Termópilas, en el que 300 espartanos acabaron con la vida de miles y miles de persas, antes de ser exterminados. 


Monumento a los niños asesinados por los nazis en Lidice
Estos son los tres héroes checos (bueno, uno de ellos eslovaco) que llevaron a cabo la operación: Kubiš, Gabčík y Valčík. Y este es el nombre del traidor, quien por 100,000 coronas checas delató a sus compañeros: Čurda.

La masacre de Lidice puso en evidencia a los nazis. Antes de ese hecho (junio de 1942), nadie sabía a ciencia cierta la maldad de estos criminales. Después de Lidice fue manifiesto que el régimen estaba integrado por una horda de locos degenerados y acomplejados cuya sed de sangre jamás ha sido igualada en la historia de la humanidad.


Al principio pensé que el título de la novela se debería a cuatro H evidentes: Hitler, Himmler, Heydrich y, claro, Holocausto. Pero el título obedece a una frase que los alemanes usaban cuando hablaban de Heydrich, lo cual nos da una idea de lo terrible que era este personaje: Himmlers Hirn heißt Heydrich: El cerebro de Himmler se llama Heydrich. 

El título original de la novela era "Operación Antropoide”. El buen juicio del primer editor moldeó el título actual: "HHhH". Las 400 páginas de la edición en español de Seix Barral fluyen vertiginosamente y quitan horas de sueño. Muy recomendable.

Venus Rex
Laurent Binet
Laurent Binet, autor de HHhH

jueves, 6 de agosto de 2015

Enola Gay. La bomba atómica cae sobre Hiroshima. Bob Dylan y la lluvia ácida


Agosto 6, 1945. El Enola Gay lanza Little Boy sobre Hiroshima. Los norteamericanos no querían quedarse tan atrás de los alemanes y los rusos en cuanto a barbarie se refiere. Y ciertamente lo lograron. Una de las fechas más tristes de la humanidad.

He aquí una de las mejores canciones de Bob Dylan, sobre el peligro atómico: A hard rain is a-gonna fall. La traducción es mía; la hice hace años. (Todavía hay quienes dudan que Bob Dylan sea un gran poeta... Estos versos deben erradicar cualquier vacilación)





¿Dónde has estado, hijo mío de ojos azules?
¿Dónde has estado, pequeño adorado?
Yo he deambulado al lado de doce montañas nebulosas,
He caminado y me he arrastrado en seis carreteras torcidas,
Me he parado a la mitad de siete bosques tristes,
He estado enfrente de una docena de océanos muertos,
He estado diez mil millas en la boca de un cementerio…
Es una lluvia ácida la que va a caer.
¿Y qué has escuchado, hijo mío de ojos azules?
¿Qué has escuchado, pequeño adorado?
Yo escuché el sonido de un trueno que rugió una advertencia,
Escuché el rugido de una onda que podría ahogar el mundo entero,
Escuché cien hombres que tocaban tambores y cuyas manos emitían luces cegadoras,
Escuché diez mil susurros que nadie escuchaba,
Escuche a un hambriento, escuché a muchos riendo,
Escuché la canción de un poeta que murió en el desagüe,
Escuché a un payaso que lloraba en un callejón…
Es una lluvia ácida la que va a caer.
¿Con quién te encontraste, hijo mío de ojos azules?
¿A quién te encontraste, pequeño adorado?
Yo me encontré a un niño al lado de un pony muerto,
Me encontré a un hombre blanco que paseaba a un perro negro,
Me encontré a una joven con el cuerpo quemado,
Me encontré a una niña que me dio un arcoiris,
Me encontré a un hombre herido de amor,
Me encontré a otro hombre, estaba herido de odio…
Es una lluvia ácida la que va a caer.
¿Qué harás ahora, hijo mío de ojos azules?
¿Qué harás ahora pequeño adorado?
Yo me voy antes de que la lluvia empiece a caer.
Me dirigiré a las profundidades del más denso y negro bosque,
Donde los pueblos son muchos y sus manos están todas vacías,
Donde balas envenenadas contaminan sus aguas,
Donde el hogar en el valle es la prisión húmeda y sucia,
Donde la cara del verdugo está siempre bien escondida,
Donde el hambre es terrible y las almas son olvidadas,
Donde negro es el color, donde nada es el número…
Y lo diré y pensaré y gritaré y respiraré,
Y lo reflejaré desde la montaña para que todas las almas lo vean,
Y después caminaré sobre el océano hasta que me hunda,
Y sabré bien mi canción antes de que empiece a cantarla.

Es una lluvia ácida la que va a caer.



lunes, 20 de agosto de 2012

Esoterismo y estupidez nazi

Cápsula Histórica
Esoterismo y estupidez nazi

Mujer rusa en las tradicionales inmersiones invernales

Sitio de Leningrado
Mucho se ha comentado sobre el efecto que tuvo el frío en los inviernos de 1812/13 y 1941/42 para arruinar las invasiones a Rusia por parte de Napoleón y de Hitler. Y es verdad: el frío fue el principal aliado ruso y un mortífero enemigo de los invasores. Pero además de esto, hay que agregar, en el caso de la invasión nazi, la extrema pobreza de juicio de Hitler. 

Hanns Hörbiger
Según la extravagante y totalmente desatinada doctrina del pseudo-científico austriaco Hanns Hörbiger, existían ciclos o eras lunares, y el universo entero podía explicarse en términos de una lucha epopéyica entre el fuego y el hielo. También habló sobre la superioridad aria y vaticinó que Hitler inauguraría la nueva era de los súper hombres. La censura nazi –Hitler, Goebbels, Himmler y los principales jefes nazis se creían estos sinsentidos– promovió en las universidades la “ciencia horbigeriana”, una ciencia aria, pura, incorrupta, superior, y la confrontó con la ciencia liberal judía, a la que consideraba decadente, corrupta, falsa y equivocada. Los “científicos” horbigerianos anunciaron, sin ningún fundamento, que el invierno de 1941/42 sería especialmente benigno, “porque la era del fuego estaba por comenzar”. Hitler, que se creía ciegamente esta epopeya de la lucha entre el hielo y el fuego, se vio a sí mismo como aquel que inauguraría el nuevo ciclo: el ejército nazi incendiaría a Rusia entera. Sin ningún fundamento Hitler creyó en el pronóstico de un suave invierno. La historia la sabemos: la invasión de Rusia fue el inicio del fin. Ahí se decidió la guerra en favor de los aliados.
 
Soldados nazis a las afueras de Kiev


 


 

Nazis en la URSS
Pauwels y Bergier refieren en “Les matins des magiciens”, libro de culto de los años 60, una extraña ceremonia realizada a principios de la primavera del 42 por miembros de la SS en la cumbre del monte Elbruz, montaña sagrada de los arios: los SS plantaron la bandera de la cruz gamada según el antiguo rito de la Orden Negra, y supuestamente ello sería el principio de la nueva era. “A partir de entonces –explican Pauwels y Bergier-, las estaciones obedecerían y el fuego vencería al hielo por muchos milenios.” 
Soldados nazis se rinden a los soviéticos

Fue la ciencia judía liberal la que finalmente se impuso y ganó la guerra. Y qué bueno que así fue. Reciban todos un saludo.
Venus Rex